martes, 22 de enero de 2008

La Obra en Ancud, hacia el año 1904

¿Cómo no iba a colocar algun articulo que tuviera que ver con Chiloé poh?
jaja
Gracias hermano por tu articulo... lo comparto tambien para que muchos mas vean que hace tiempo se trabaja en Chiloé, llevando la obra del Señor, y que antes si que era peludo compartir de Cristo allá...
Echenle un vistazo tambien a este documento historico de la Alianza Cristiana y Misionera en aquellos años de nuestros tatas...
http://www.acym.cl/Reminiscencias.htm

Bndcns!
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Extracto de la obra "Reminiscencias de la Obra Evangélica en Chile"

En 1904 se revolvió de extender más el campo de acción puesto que ya contaban con más misioneros; pues ya contaba con los siguientes 5 obreros : H. L. Weiss y señora, Guillermo Mac-Donald, Elisa Aeby, Sara Klar que más tarde fue esposa del hermano Feldges; Wilfried Diener, David Mancilla, H. W. Feldges y Néstor Espinoza.Trasladáronse con este fin a Ancud los hermanos Weiss, David Mancilla, H. W. Feldges y Néstor Espinoza: después de muchas diligencias se pudo arrendar una casa en calle Blanco de propiedad de don Vicente Lobos. Muy luego se improvisaron bancas y la sala quedaba lista para celebrar Culto, para cuyo fin se repartieron invitaciones y el pueblo como de costumbre respondió al llamado, asistiendo un buen número de personas a oír la nueva doctrina.El público se mostró muy tranquilo las primeras noches y sólo salía comentando lo hermoso de los himnos y la claridad y dulzura de las predicaciones y de entre los tres que hacían uso de la palabra no había a quien desdeñar y sólo lamentaban que el cuarto no pudiera expresarse, pues dejaba la impresión de que lo haría mejor; pero no conocía el idioma, había que esperar; este era el hermano Feldges, que estaba recién llegado, pues había llegado solamente el 11 de enero del mismo año.

Muy luego se impuso la Curia Romana y el Obispado, de que los evangélicos habían llegado a perturbar los pacíficos lares de los isleños. Luego se armó la persecución por la prensa. "Cruz del Sur", que era el único diario que allí se editaba y que era propiedad del Obispado, por la predicación desde el púlpito; desde el confesionario, y para que la obra no fuese solamente teórica había que hacerla práctica. Se daba instrucciones a los estudiantes del seminario que fuesen de noche a perturbar el orden en los cultos, así ya no se podía cantar, las voces descompasadas de los estudiantes apagaban la melodía. En el curso de la predicación unos relinchaban, otros fumaban, otros zapateaban, otros conversaban así que los pastores, mientras uno predicaba, los demás estaban ocupados haciendo guardar el orden. Fue necesario presentarse al Intendente que a la sazón lo era don Luis M. Rodríguez. para que preste la fuerza pública, con lo que se regularizó un poco el orden, entonces como ya no podían entrar a perturbar el orden se ocupaban en tirar piedras a la casa y a veces dentro de ella con el fin de amedrentar a la gente que asistía para oír. Los vidrios fueron todos quebrados y hubo que hacerles a las ventanas gruesas tapas de madera, para de esa manera estar seguros de no ser herido de alguna pedrada. La prensa por su parte atemorizaba a las gentes y hasta publicaba los nombres de los que asistían a los cultos y que usaban algún Testamento o himnario, sindicándolos de herejes y excomulgados, hijos del diablo: porque en la casa de los "canutos" se aseguraba que se adoraba al diablo: y para que el publico creyese más bien enviaban a jóvenes que fuesen disimuladamente al culto y regasen en el piso fósforos marca Diamante que se encendían al contacto de cualquier presión. Fácil es de calcular los resultados que daba este procedimiento en un pueblo supersticioso.Las gentes entraban sin darse cuenta y pisaban estas cabezas de fósforos los que estallaban dando luz a lo que luego decían: "el diablo está aquí".Una vez establecida la obra quedaron a cargo de ella los hermanos H. W. Feldges y David Mancilla. Weiss regreso a Valdivia y Espinoza continuó en compañía del hermano Diener para Puerto Montt, donde también fueron a abrir obra, la que después de cinco meses de esfuerzo hubo que abandonar por no poder obtener casa en que continuar los cultos pues, los propietarios, o eran fanáticos católicos o temían a los jesuitas.Feldges y Mancilla continuaron en su obra con paciencia y resignación a pesar de la gran persecución de que eran objeto. En las calles, cuando tenían que salir para comprar algo, se les apedreaba, se les insultaba, en el mercado se les tiraba papas, huevos, telas de carne. En este lugar a menudo caía sobre ellos una lluvia de papas y huevos que venían del piso alto y del costado. Esto sucedía cada vez que por alguna necesidad tenían que entrar en este recinto. Pero al fin Dios bendijo sus esfuerzos dándoles personas interesadas que dio ánimo a su espíritu para continuar la obra y muy luego tuvieron hermanos en Cristo que confesaban que el Evangelio es potencia de Dios. Entre los primeros hermanos que se bautizaron en ésta fueron Francisco Mengotti y señora Lucía Soto de M., Antonio Torres y señora Rosario Ampuero de T., José Roque, María Díaz v. de G. y Arturo Oyarzún González.Estos hermanos sufrieron toda clase de persecuciones de parte de los fanáticos que eran azuzados por el clero, y que creían que para tales personas no hay ley y que el que mataba o golpeaba a alguno no era castigado por las autoridades.En esta creencia, cierto sujeto llamado José Gallardo intentó enlazar al hermano Feldges cierto día que este salía para Pudeto, con el objeto de ahorcarlo pero su deseo fue en vano pues no alcanzó su objetivo. El hermano Feldges se presentó a la justicia y el juez, que por entonces era don Isaac Guivovich, aplicó a dicho sujeto 40 pesos de multa y prisión, por lo que el hermano Feldges intervino pidiendo que sólo se le aplicara la multa y se le dejara en libertad. Esto calmó mucho los ánimos de los fanáticos que vieron que los frailes los engañaban, pues quedaba comprobado que los "canutos" tenían justicia ante la ley. Desde entonces la obra continuó su marcha lenta pero firme.El hermano Feldges, como poseía el alemán y el inglés se extendió a alcanzar a los extranjeros que había en la colonia de Huillinco, donde también encontró luego hermanos en Cristo, y tuvo muchos nuevos convertidos, entre los que se cuenta a las familias Leighton Gilchrist, Sagner Gerding, Knopke y otros más.Desde aquella fecha esa obra ha tenido como pastores M. Gómez, Diener, Dawson, Urquiza, Gunstad. Durante el pastorado de este último la Iglesia de Huillinco se separó de la Misión por causa de doctrines antagónicas a la común fe de esta Misión, quedando independiente con este pastor a la cabeza quien introdujo esas doctrinas. Por lo que hubo de abandonar por algún tiempo a Chiloé. Tomando posesión nuevamente en 1919 per pedido de un buen número de miembros que quedaron sin pastor, por el fallecimiento del que los servía, que era el fiel y abnegado predicador y cantor Emilio Jackobsen, en la isla Sebastiana, acaecido el 14 de julio de 1919.

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